¡Silencio, se piensa!

Sinópsis

¡SILENCIO, SE PIENSA! UNA DISTOPÍA CON HUMOR

Teatro Lara

Todos los martes desde el 4 de noviembre al 3 de febrero a las 22 h

La compañía Producciones El Dramaturgo, que hace unos años estrenó con éxito la tragedia espacial Amniótica, vuelve a Madrid, esta vez con una propuesta nada convencional cuyo título es en sí mismo una declaración de intenciones: ¡Silencio, se piensa!, una distopía en la que asistimos a las aventuras de dos actores que se han quedado sin papel en un mundo donde las máquinas y los índices de audiencia lo controlan todo y donde para triunfar es necesario renunciar a cualquier duda y discrepancia

Con un humor ácido e inteligente junto a momentos de gran intensidad poética, José Mateos, autor y director de la obra, consigue envolvernos en una atmósfera llena de ecos y símbolos donde todo es más de lo que parece, al mismo tiempo que nos hace pensar en asuntos que deberían preocuparnos: sobre las nuevas tecnologías, sobre el futuro de la cultura y sobre ciertas verdades indiscutibles que a veces son una creación interesada de los que mandan

“El teatro es para mí una manera de asomarme al misterio, a las profundidades del ser humano. Aunque no ignoro que hay también un teatro confortable, de evasión y estimulación, que sirve para dulcificar o tapar los abismos de la existencia, a mí me interesa menos. Lo que nos hace pensar y emocionarnos nunca es aburrido”, ha comentado José Mateos

¡Silencio, se piensa! está protagonizada por los actores Emilio Rosales y Luis Guerrero. Emilio Rosales creó esta compañía para “hacer proyectos diferentes, siguiendo un sello propio que se aleje de las modas y las tendencias comerciales.” Ambos actores encarnan dos personajes llenos de matices, de comicidad, dos inadaptados que, a lo largo de su trayectoria, tendrán que elegir entre la traición o el éxito, entre la sumisión o la soledad. Luis Guerrero reflexiona sobre su personaje: “Pocas veces se me ha permitido y, por desgracia, se me permitirá abordar personajes desde lo esperpéntico y lo absurdo. Todos tienen miedo a pasarse o «a ser demasiado». Yo lo tenía. Sin embargo, el día que consigues dar el paso, no quieres separarte de este teatro”

Una obra que nos invita a ser honestos con nosotros mismos, a atrevernos a decir “no” y a ser héroes de nuestra propia vida